Post by profetico on Jul 2, 2011 1:20:48 GMT -3
Bioenergética y fraudes energéticos
Estamos en una época en la que la palabra bio vende, se emplea como marca y nos la intentan colocar como sinónimo de salud. Y esto ha llegado a todo tipo de industrias: alimentaria, de carburantes, cosmética, textil, etc. Parece que porque un producto sea de origen natural tenga que ser necesariamente beneficioso, como si la cicuta o la toxina botulínica no fuera “bioproductos”. De esta forma llegamos a escuchar en los anuncios disparates tales como es bueno porque tiene “bioalcohol”, “bioproteínas” o “biofermentos”, como si esos productos no fueran biológicos, sin necesidad del prefijo “bio”. Uno de esos términos, que fue acuñado hace algunos años es el de bioenergética, y cómo no, también tiene relación con la salud. Veamos en este artículo qué es la bioenergética, que propiedades tiene sobre la salud, y como algunos “pillos” se han aprovechado de este término para montar su propio negocio.
¿Qué es la bioenergética?
Empezaremos comentando lo que no es. Si uno busca el vocablo bioenergética en el diccionario de la Real Academia Española de la lengua no encontrará ninguna entrada, luego es un término técnico que se usa poco o bien un neologismo aún no aceptado. Si lo buscamos en la wikipedia, ésta nos dice que la Bioenergética es la parte de la biología muy relacionada con la física, que se encarga del estudio de los procesos de absorción, transformación y entrega de energía en los sistemas biológicos. En resumen, se refiere a un concepto termodinámico relacionado con el metabolismo, con la cuantificación de la energía que se produce en las diversas reacciones químicas que tienen lugar en el organismo. Haciendo un análisis más exhaustivo en la red también podemos encontrar que este término aparece relacionado con la bioenergía, o lo que es lo mismo, la obtención de energía desde fuentes renovables, como pueden ser la energía eólica, la hidroeléctrica o la solar. Ninguna de estas definiciones están relacionadas con el objeto de este artículo, hemos de tomar otra que encontramos en diversas páginas web y foros de medicina alternativa.
En ellas se define la como un método occidental que estimula el desarrollo global de la personalidad; es decir, el desarrollo del cuerpo, el espíritu y el alma. Los ejercicios corporales, de respiración y expresión, aspecto central de este método, tienen como objetivo eliminar los bloqueos físicos y psíquicos que sufren las personas. La bioenergética, por lo tanto, puede considerarse también como un método de relajación. Este método fue desarrollado por el psicoterapeuta Alexader Lowen, en los años 50 del siglo pasado, el cual fue alumno de Wilhelm Reich. Lowen en el año 1956, fundó el Instituto de Análisis Bioenergético, donde esa técnica fue desarrollada hasta nuestros días.
¿Quién es Wilhelm Reich?
Wilhelm Reich nació en la ciudad de Dobrzanica, enclavada en la actual Ucrania, en el año1897 y murió en la localidad de Lewisburg, Pensilvania, EE.UU., en 1957. Fue un médico especializado en psiquiatra concretamente en el psicoanálisis. Inicialmente fue discípulo de Freud, aunque con los años, labró su propia manera de entender el psicoanálisis. Mientras que algunos lo califican como uno de los pensadores más “lúcidos y revolucionarios” del siglo XX, otros aseguran que sus ideas y teorías bien podrían catalogarse como delirios, al menos eso es lo que opina la Asociación Psiquiátrica de los Estados Unidos. Reich fue expulsado de los círculos comunistas y de la escuela psicoanalítica por lo radical de sus planteamientos, perseguido por los nazis en Alemania por su libro “Psicología de masas del fascismo” y, finalmente, juzgado en Estados Unidos, donde se le diagnosticó esquizofrenia progresiva. Sus manuscritos fueron quemados en el Incinerador Gansevoort de Nueva York el 23 de octubre de 1956, lo que sólo sirvió para aumentar un halo de mártir y una gran curiosidad por su persona. Reich murió en la cárcel un año después de un ataque al corazón, un día antes de apelar su sentencia.
Inventó el Análisis Caracteriológico. Este procedimiento no utiliza las charlas y circunloquios que se prolongaban años y años, tal y como vemos en las películas de Woody Allen, sino que afirmaba que la psique de una persona y su musculatura voluntaria son funcionalmente equivalentes, o lo que lo mismo, los bloqueos psíquicos se corresponden a contracciones musculares crónicas. Así, Reich se dispuso a combatir las enfermedades mentales a través de la liberación de las tensiones musculares crónicas, lo que dio resultados notables. Esto molestó mucho a los psicoanalistas freudianos, que se abstenían completamente del contacto físico con sus pacientes. Finalmente, Reich percibió que los patrones musculares se podían explicar desde el punto de vista de una energía vital (que más tarde llamaría energía orgónica) que recorre el cuerpo. En realidad Reich no hizo otra cosa que traducir el concepto de chi (energía en chino) utilizado por las culturas orientales.
¿Quién es Alexander Lowen?
Alexander Lowen nacio en Nueva York, EEUU en 1910 y fallecio en el año 2008. Estudió en primer lugar derecho en la Brooklyn Law School y posteriormente medicina en la Universidad de Ginebra, donde se doctoró en 1951. Fue médico psicoterapeuta. Fue alumno de Wilhelm Reich desde 1940 a 1952, año en el que empezó a dedicarse a la práctica profesional de la psicoterapia. En el año 1956 fundó el Instituto Internacional para el Análisis Bioenergético. El Análisis Bioenergético es lo que también se conoce como Bioenergética. Este instituto tiene como objetivo principal la formación de psicoterapeutas analistas bioenergéticos. Lowen estudió durante los años treinta la teoría de la Euritmia de Jacques Dakroze y la Relajación Progresiva de Jacobson. Todo ello le llevó a la fuerte convicción de que el hombre podía influir en sus actitudes mentales si trabajaba de forma sistemática y con métodos adecuados su propio cuerpo. Pero Lowen consideraba que a estas teorías les faltaba todavía algo importante. Por ello desarrolló el concepto de bioenergética que tiene como objetivo liberar las personas de sus ataduras físicas y psíquicas, y se basa en el concepto de que todas las experiencias vividas se reflejan o manifiestan en el cuerpo. La bionergética elimina los bloqueos que aparecen en forma de calambres y tensiones internas.
Pero en realidad, ¿de qué va la bioenergética?
Bien, si conocéis los métodos orientales de relajación y de ejercicios tipo Tai-Chi o yoga, la bioenergética no parece aportar realmente algo nuevo, solamente un cambio de registro y vocabulario para las culturas occidentales. En el fondo se autoproclama como una técnica capaz de estimular la energía vital y eliminar bloqueos, exactamente igual que lo hacen las técnicas orientales anteriormente referidas. De esta forma la bioenergética parte de la base de que cuerpo, espíritu/alma (u otros nombres dados por otras civilizaciones) son indivisibles, forman un todo, y que cualquier cambio que se produzca en uno de estos tres niveles provoca un cambio en los restantes. Por supuesto, como ocurre con otras técnicas similares, en ningún momento se nos informa cómo se define el espíritu o alma. Mientras que el concepto de cuerpo queda muy claro, el de espíritu/alma debe de ser una traducción del término oriental, centrándolo más en las creencias de cada individuo, sean religiosas, panteístas u otro tipo de misticismo. Lo que nadie nos explica es cómo puede afectar algo cuya existencia no ha sido demostrada sobre las propiedades físico-químicas que gobiernan el cuerpo, ese que somos capaces de palmar y siente dolor cuando le cae un ladrillo en el pie.
La bioenergética llega a afirmar que si se logran generar pensamientos positivos, podemos influir positivamente sobre nuestro cuerpo y nuestros sentimientos. De esta forma la bioenergética hace hincapié en el hecho de que las personas son capaces de moldear su propia vida. Hasta aquí, a mi modo de ver no se está haciendo nada diferente a lo ya existente: por un lado es una cierta dosis de autoayuda que puede servir de apoyo en temporadas de “bajón anímico” junto con técnicas de relajación mediante ejercicios similares al yoga o el Tai-Chi. En resumen un sistema de ayuda psíquica más otro de control del estrés.
¿Entonces la bioenergética es un engaño o tiene base científica?
Esa pregunta no tiene una respuesta simple. En un principio la bionergética se fundamenta en una variante del psicoanálisis. ¿Acaso no es científico el psicoanálisis? Pues sobre esto hay bastantes discusiones en el campo. Desde luego es una técnica bien fundamentada, con muchas publicaciones a su favor y muchas experiencias realizadas desde los tiempos de Freud hasta nuestros días. En ese sentido sí puede parecer científico, pero a Freud se le ha criticado abiertamente por no utilizar el método científico de forma rigurosa. De esta forma sus biógrafos han constatado que el número de sujetos que él estudió era bajo y que muchos de ellos eran familiares suyos, lo cual podría restar credibilidad. Esto no es una simple apreciación mía, el propio Karl Popper no estaba muy a favor de que el psicoanálisis debiera ser considerado ciencia, ya que no es falsable. Aquí no estoy mitificando a Popper, simplemente lo empleo para apuntar que la idea de que el psicoanálisis no es científico no es una ocurrencia mía, sino que ha sido puesto en duda incluso dentro del campo de la psicología.
Pero la bioenergética va más allá, no se queda en el psicoanálisis, ya de por sí dudoso, sino que implica una psicoterapia más activa. ¿Para curar qué? Problemas físico-psíquicos de derivan de la manera de enfocar la vida. Así nuestra manera de actuar, a menudo, no coincide con nuestro sentimiento. Tales contradicciones nos generan síntomas tales como angustia, ansiedad, insomnio, inquietud, miedo…. Y no sólo eso sino que El conjunto de experiencias que hemos vivido a lo largo de nuestra vida ha determinado nuestra estructura interna, nuestra manera de ser y de actuar, además de dotarnos de recursos para que podamos seguir adelante con nuestras vidas. En resumen, esas enfermedades internas que uno posee son consecuencia, según la bioenergética, de nuestra experiencia vital, y tal como han venido, si variamos esa experiencia vital, esas enfermedades podrían desaparecer. En resumen, se está mezclando problemas ligados al estrés o mentales de otra índole con la capacidad reparadora que poseemos todos los organismos. Se está intentando hacer ver que sí, que existe un mecanismo sencillo (aunque no falsable) por el que se pueda poner en marcha esa capacidad reparadora para curar enfermedades.
Para suavizar la cosa en algunos foros de bioenergética se advierte: El proceso analítico bioenergético, sin ser un substitutivo de un posible tratamiento médico, pretende aliviar los síntomas en estados de ansiedad, estrés, angustia,…buscando los orígenes en nuestra historia de vida de lo que determina tales sintomatologías.. Aquí rebajan el nivel a la vez que se cubren las espaldas. Los ejercicios que se realizan en esta terapia pretenden aliviar tensiones y el estrés, no busca milagros, y por supuesto nunca es un sustitutivo de la medicina convencional, que trata de curar las dolencias con fármacos. Aquí estaríamos ante un sistema de apoyo. De hecho, algunos autores ven en esta explicación un fuerte componente del efecto placebo.
¿Hay algún peligro en la bioenergética?
A esto la respuesta también es: depende. Si las técnicas de bioenergéticas se asocian a ejercicios de relajación, similares a los del yoga o el Tai-Chi, no sólo no representa ningún peligro sino que puede aportar beneficios para la salud. Por un lado se somete al organismo a un ejercicio físico no brusco y por otro, al menos durante la duración del ejercicio, la mente se concentra en una actividad que rompe con la rutina, lo que disminuye el estrés. Sobre esto sí que existen estudios científicos bien documentados: tanto el ejercicio físico moderado como las técnicas de eliminación de estrés son beneficiosas para la salud.
El peligro empieza por parte de aquellos que se inventan o desvían lo que es la bioenergética representa hacia lo que no es, y además rematan explicando de forma surrealista a su forma de actuar. En este sentido no son pocas las páginas web y centros de bioenergética que explican ésta de la siguiente forma:
Las células, al formar parte de un organismo biológico, “están acostumbradas a obedecer órdenes”. Las hormonas y los impulsos nerviosos forman parte de una cadena de comandos de sustancias gruesas, biofotones y conciencia de las sustancias finas. La conciencia como comando de control para procesos biológicos se encuentra, por ejemplo, en la PNL (programación neuro lengüística), la curación espiritual, en la curación remota o en la estrategia de imaginarse la sangre como soldados que se envían al lugar en el que debe luchar contra un tumor, por ejemplo. En los últimos tiempos la medicina tradicional también se acerca a estos temas empleando el concepto general denominado psiconeuroinmunología. La biocomunicación no sólo puede informar a determinadas células, también puede comunicarse con organismos completos (telepatía). La medicina tradicional ha negado hasta ahora que la curación remota tenga un efecto en la curación de enfermedades. Ahora, en u hospital de San Francisco y dos Universidades estadounidense han publicado estudios que demuestran que la curación remota debe tomarse en serio como Alternativa Adicional al tratamiento de enfermedades. (ni que decir tiene que por más que he buscado esas referencias no he sido capaz de encontrarlas) Si nosotros, como parte del Universo, no podemos Sentir lo que el Universo realmente representa para nosotros, no va a haber ninguna investigación que nos lleve a tomar contacto con la verdad del Universo, con nuestra propia verdad
Esto no es lo que hemos explicado hasta, no se trata de usar técnicas para eliminar estrés de la vida cotidiana, sino que se reinterpreta hacia una capacidad de nuestra mente de sanar con sólo proponerlo mentalmente. Toda una explicación New Age sin la menor base científica y que por tanto se califica sin ningún género de dudas de pseudociencia.
Pero no queda ahí la cosa, ya que al listado de enfermedades sobre las que esta presunta terapia puede actuar como los trastornos psicosomáticos se añaden otros como la úlcera duodenal o las alergias. Sobre esto es necesario aclarar dos cosas, la mayoría de las alergias son debidas a alergenos, respuestas del sistema inmune frente a agentes exteriores (o interiores en el caso de enfermedades autoinmunes). Sólo una pequeña proporción de ellas se debe a las llamadas “alergias psicomáticas”, aquellas ligadas al estrés, y que no tienen un componente alergénico claro. En ambas alergias, los antihistamínicos funcionan bien, pero sólo en las psicosomáticas las terapias anti-estrés tienen algún efecto. El caso de la úlcera duodenal es diferente. Hace mucho años que se ha demostrado que las úlcera no están causadas por el estrés, como se pensaba en un primer momento, sino al efecto continuado e insidioso de una infección por parte de la bacteria Helicobacter pylori .
El descubrimiento de la relación de esa bacteria con las úlcera supuso un premio Nobel para los científicos australianos Barry J. Marshall y J. Robin Warren en el año 2005, pese a que su descubrimiento se remonta a 1982. En este caso emplear la bioenergética para combatir una úlcera es extremadamente peligroso para la salud, ya que si no se elimina la bacteria, Helicobacter sigue dañando la mucosa estomacal hasta producir un tumor de estómago. La vía segura en este caso es emplear conjuntamente los antibióticos clarotromicina y amoxicilina, a la vez que un protector gástrico como el omeprazol.
¿Entonces podemos decir que la bioenergía es un fraude?
De nuevo tenemos que emplear el término “depende”. Si empleamos la bioenergética como sistema para eliminar el estrés y hacer algo de ejercicio físico no es un fraude, y sus beneficios están bien documentados. Si se emplea como una técnica sustitutoria de la medicina convencional mediante discursos New Age no sólo es un fraude sino que también puede ser un peligro para la salud, ya que es importante conocer los motivos primeros que ocasionan la enfermedad. Sólo cuando se está seguro que no existen alteraciones orgánicas, sino que la enfermedad tiene un origen psicosomático se puede hablar de la bioenergética como algo “no nocivo”. Y digo “no nocivo”, en lugar de beneficioso, porque incluso dentro del campo de la psicoterapia esta técnica no está muy bien vista por no ofrecer garantías y no estar basada en ningún estudio científico repetible y fiable.
Tema aparte es el uso del término bioenergética por aquellos que aseguran que es posible el control de la propia salud. Una de las variantes más esotérica ha evolucionado desde el “deshagamos los nudos que constriñen nuestra salud mediante técnicas de ejercicios antiestrés” a un “tú puedes controlar tu propia salud”. Dentro de esta variante se encuentra el doctor Bruce Lipton, un genetista experto en epigenética, que no se ha conformado con las importantes aplicaciones de ésta y la ha transformado en esoterismo.
Así en su obra La biología de la creencia nos manifiesta que la mayoría de las curaciones no son por efecto de la medicina sino por debido a un efecto placebo positivo del propio paciente. Argumenta que el cerebro (mente) juega un papel fundamental en el control de todo el organismo (cuerpo) y que el comportamiento de las células se puede reprogramar desde el pensamiento. ¿Y cuál es la base científica de esto? Por supuesto el secreto se encuentra en la mecánica cuántica. Un área muy socorrida, por su difícil comprensión para los profanos en la materia, y que por tanto puede ser utilizada para todo. Incluso se ha acuñado el término medicina cuántica para hablar de este tipo de pseudoterapias. A diferencia de la epigenética todo esto deja de tener la menor base científica. Os dejo con dos videos que resumen a modo de predicamento lo que postula Lipton.
El mayor peligro de lo postulado en estos vídeos es que alguien crea que puede abandonar su terapia contra alguna enfermedad para intentar controlarla mentalmente. Ejemplos negativos de estos comportamientos lo hemos visto en la prensa, y casi siempre con resultados irreversibles para el paciente.
Es poco frecuente que un científico con reputación en su campo abandone la senda de la ciencia para introducirse en terrenos pseudocientíficos, aunque la historia de la ciencia nos muestra muchos ejemplos, como el caso de Newton con la alquimia o de Hoyle con su afirmación de que somos seres creados por un superordenador extraterrestre. Pero lo cierto es que cuando pasan esa delgada línea ya son capaces de abrazar otras causas lejanas del rigor científico. Como ejemplo final dejo unas declaraciones del propio Lipton acerca de la base molecular de la homeopatía:
No directamente, pero sí estoy familiarizado con el trabajo del Dr. Masaru Emoto de Japón y su teoría de que el agua tiene memoria y puede ser influenciada o modificada por el medio ambiente y por consiguiente puede influenciar las funciones vitales del cuerpo humano. Básicamente estamos hablando de los principios de la homeopatía. Lo que hemos comprobado por medio de la física es que cuando el agua está en una solución y dos moléculas de agua se acercan, se envían información una a la otra por medio de una corriente eléctrica la cual genera una vibración que se va pasando de molécula a molécula. Así que si le agregamos al agua un químico que tenga una cierta vibración, las moléculas de agua reciben dicha vibración y la pasan a las otras moléculas de agua hasta llegar a un punto en donde se puede prescindir del químico original ya que las moléculas de agua han absorbido toda la vibración. Esto es lo que llamamos un tratamiento homeopático, en donde el agua cargada con una cierta vibración, al ser consumida por el paciente, modifica el agua de su propio cuerpo. Es uno de los procedimientos holísticos de curación
cnho.wordpress.com/2010/01/13/bioenergetica-y-fraudes-energeticos/
Estamos en una época en la que la palabra bio vende, se emplea como marca y nos la intentan colocar como sinónimo de salud. Y esto ha llegado a todo tipo de industrias: alimentaria, de carburantes, cosmética, textil, etc. Parece que porque un producto sea de origen natural tenga que ser necesariamente beneficioso, como si la cicuta o la toxina botulínica no fuera “bioproductos”. De esta forma llegamos a escuchar en los anuncios disparates tales como es bueno porque tiene “bioalcohol”, “bioproteínas” o “biofermentos”, como si esos productos no fueran biológicos, sin necesidad del prefijo “bio”. Uno de esos términos, que fue acuñado hace algunos años es el de bioenergética, y cómo no, también tiene relación con la salud. Veamos en este artículo qué es la bioenergética, que propiedades tiene sobre la salud, y como algunos “pillos” se han aprovechado de este término para montar su propio negocio.
¿Qué es la bioenergética?
Empezaremos comentando lo que no es. Si uno busca el vocablo bioenergética en el diccionario de la Real Academia Española de la lengua no encontrará ninguna entrada, luego es un término técnico que se usa poco o bien un neologismo aún no aceptado. Si lo buscamos en la wikipedia, ésta nos dice que la Bioenergética es la parte de la biología muy relacionada con la física, que se encarga del estudio de los procesos de absorción, transformación y entrega de energía en los sistemas biológicos. En resumen, se refiere a un concepto termodinámico relacionado con el metabolismo, con la cuantificación de la energía que se produce en las diversas reacciones químicas que tienen lugar en el organismo. Haciendo un análisis más exhaustivo en la red también podemos encontrar que este término aparece relacionado con la bioenergía, o lo que es lo mismo, la obtención de energía desde fuentes renovables, como pueden ser la energía eólica, la hidroeléctrica o la solar. Ninguna de estas definiciones están relacionadas con el objeto de este artículo, hemos de tomar otra que encontramos en diversas páginas web y foros de medicina alternativa.
En ellas se define la como un método occidental que estimula el desarrollo global de la personalidad; es decir, el desarrollo del cuerpo, el espíritu y el alma. Los ejercicios corporales, de respiración y expresión, aspecto central de este método, tienen como objetivo eliminar los bloqueos físicos y psíquicos que sufren las personas. La bioenergética, por lo tanto, puede considerarse también como un método de relajación. Este método fue desarrollado por el psicoterapeuta Alexader Lowen, en los años 50 del siglo pasado, el cual fue alumno de Wilhelm Reich. Lowen en el año 1956, fundó el Instituto de Análisis Bioenergético, donde esa técnica fue desarrollada hasta nuestros días.
¿Quién es Wilhelm Reich?
Wilhelm Reich nació en la ciudad de Dobrzanica, enclavada en la actual Ucrania, en el año1897 y murió en la localidad de Lewisburg, Pensilvania, EE.UU., en 1957. Fue un médico especializado en psiquiatra concretamente en el psicoanálisis. Inicialmente fue discípulo de Freud, aunque con los años, labró su propia manera de entender el psicoanálisis. Mientras que algunos lo califican como uno de los pensadores más “lúcidos y revolucionarios” del siglo XX, otros aseguran que sus ideas y teorías bien podrían catalogarse como delirios, al menos eso es lo que opina la Asociación Psiquiátrica de los Estados Unidos. Reich fue expulsado de los círculos comunistas y de la escuela psicoanalítica por lo radical de sus planteamientos, perseguido por los nazis en Alemania por su libro “Psicología de masas del fascismo” y, finalmente, juzgado en Estados Unidos, donde se le diagnosticó esquizofrenia progresiva. Sus manuscritos fueron quemados en el Incinerador Gansevoort de Nueva York el 23 de octubre de 1956, lo que sólo sirvió para aumentar un halo de mártir y una gran curiosidad por su persona. Reich murió en la cárcel un año después de un ataque al corazón, un día antes de apelar su sentencia.
Inventó el Análisis Caracteriológico. Este procedimiento no utiliza las charlas y circunloquios que se prolongaban años y años, tal y como vemos en las películas de Woody Allen, sino que afirmaba que la psique de una persona y su musculatura voluntaria son funcionalmente equivalentes, o lo que lo mismo, los bloqueos psíquicos se corresponden a contracciones musculares crónicas. Así, Reich se dispuso a combatir las enfermedades mentales a través de la liberación de las tensiones musculares crónicas, lo que dio resultados notables. Esto molestó mucho a los psicoanalistas freudianos, que se abstenían completamente del contacto físico con sus pacientes. Finalmente, Reich percibió que los patrones musculares se podían explicar desde el punto de vista de una energía vital (que más tarde llamaría energía orgónica) que recorre el cuerpo. En realidad Reich no hizo otra cosa que traducir el concepto de chi (energía en chino) utilizado por las culturas orientales.
¿Quién es Alexander Lowen?
Alexander Lowen nacio en Nueva York, EEUU en 1910 y fallecio en el año 2008. Estudió en primer lugar derecho en la Brooklyn Law School y posteriormente medicina en la Universidad de Ginebra, donde se doctoró en 1951. Fue médico psicoterapeuta. Fue alumno de Wilhelm Reich desde 1940 a 1952, año en el que empezó a dedicarse a la práctica profesional de la psicoterapia. En el año 1956 fundó el Instituto Internacional para el Análisis Bioenergético. El Análisis Bioenergético es lo que también se conoce como Bioenergética. Este instituto tiene como objetivo principal la formación de psicoterapeutas analistas bioenergéticos. Lowen estudió durante los años treinta la teoría de la Euritmia de Jacques Dakroze y la Relajación Progresiva de Jacobson. Todo ello le llevó a la fuerte convicción de que el hombre podía influir en sus actitudes mentales si trabajaba de forma sistemática y con métodos adecuados su propio cuerpo. Pero Lowen consideraba que a estas teorías les faltaba todavía algo importante. Por ello desarrolló el concepto de bioenergética que tiene como objetivo liberar las personas de sus ataduras físicas y psíquicas, y se basa en el concepto de que todas las experiencias vividas se reflejan o manifiestan en el cuerpo. La bionergética elimina los bloqueos que aparecen en forma de calambres y tensiones internas.
Pero en realidad, ¿de qué va la bioenergética?
Bien, si conocéis los métodos orientales de relajación y de ejercicios tipo Tai-Chi o yoga, la bioenergética no parece aportar realmente algo nuevo, solamente un cambio de registro y vocabulario para las culturas occidentales. En el fondo se autoproclama como una técnica capaz de estimular la energía vital y eliminar bloqueos, exactamente igual que lo hacen las técnicas orientales anteriormente referidas. De esta forma la bioenergética parte de la base de que cuerpo, espíritu/alma (u otros nombres dados por otras civilizaciones) son indivisibles, forman un todo, y que cualquier cambio que se produzca en uno de estos tres niveles provoca un cambio en los restantes. Por supuesto, como ocurre con otras técnicas similares, en ningún momento se nos informa cómo se define el espíritu o alma. Mientras que el concepto de cuerpo queda muy claro, el de espíritu/alma debe de ser una traducción del término oriental, centrándolo más en las creencias de cada individuo, sean religiosas, panteístas u otro tipo de misticismo. Lo que nadie nos explica es cómo puede afectar algo cuya existencia no ha sido demostrada sobre las propiedades físico-químicas que gobiernan el cuerpo, ese que somos capaces de palmar y siente dolor cuando le cae un ladrillo en el pie.
La bioenergética llega a afirmar que si se logran generar pensamientos positivos, podemos influir positivamente sobre nuestro cuerpo y nuestros sentimientos. De esta forma la bioenergética hace hincapié en el hecho de que las personas son capaces de moldear su propia vida. Hasta aquí, a mi modo de ver no se está haciendo nada diferente a lo ya existente: por un lado es una cierta dosis de autoayuda que puede servir de apoyo en temporadas de “bajón anímico” junto con técnicas de relajación mediante ejercicios similares al yoga o el Tai-Chi. En resumen un sistema de ayuda psíquica más otro de control del estrés.
¿Entonces la bioenergética es un engaño o tiene base científica?
Esa pregunta no tiene una respuesta simple. En un principio la bionergética se fundamenta en una variante del psicoanálisis. ¿Acaso no es científico el psicoanálisis? Pues sobre esto hay bastantes discusiones en el campo. Desde luego es una técnica bien fundamentada, con muchas publicaciones a su favor y muchas experiencias realizadas desde los tiempos de Freud hasta nuestros días. En ese sentido sí puede parecer científico, pero a Freud se le ha criticado abiertamente por no utilizar el método científico de forma rigurosa. De esta forma sus biógrafos han constatado que el número de sujetos que él estudió era bajo y que muchos de ellos eran familiares suyos, lo cual podría restar credibilidad. Esto no es una simple apreciación mía, el propio Karl Popper no estaba muy a favor de que el psicoanálisis debiera ser considerado ciencia, ya que no es falsable. Aquí no estoy mitificando a Popper, simplemente lo empleo para apuntar que la idea de que el psicoanálisis no es científico no es una ocurrencia mía, sino que ha sido puesto en duda incluso dentro del campo de la psicología.
Pero la bioenergética va más allá, no se queda en el psicoanálisis, ya de por sí dudoso, sino que implica una psicoterapia más activa. ¿Para curar qué? Problemas físico-psíquicos de derivan de la manera de enfocar la vida. Así nuestra manera de actuar, a menudo, no coincide con nuestro sentimiento. Tales contradicciones nos generan síntomas tales como angustia, ansiedad, insomnio, inquietud, miedo…. Y no sólo eso sino que El conjunto de experiencias que hemos vivido a lo largo de nuestra vida ha determinado nuestra estructura interna, nuestra manera de ser y de actuar, además de dotarnos de recursos para que podamos seguir adelante con nuestras vidas. En resumen, esas enfermedades internas que uno posee son consecuencia, según la bioenergética, de nuestra experiencia vital, y tal como han venido, si variamos esa experiencia vital, esas enfermedades podrían desaparecer. En resumen, se está mezclando problemas ligados al estrés o mentales de otra índole con la capacidad reparadora que poseemos todos los organismos. Se está intentando hacer ver que sí, que existe un mecanismo sencillo (aunque no falsable) por el que se pueda poner en marcha esa capacidad reparadora para curar enfermedades.
Para suavizar la cosa en algunos foros de bioenergética se advierte: El proceso analítico bioenergético, sin ser un substitutivo de un posible tratamiento médico, pretende aliviar los síntomas en estados de ansiedad, estrés, angustia,…buscando los orígenes en nuestra historia de vida de lo que determina tales sintomatologías.. Aquí rebajan el nivel a la vez que se cubren las espaldas. Los ejercicios que se realizan en esta terapia pretenden aliviar tensiones y el estrés, no busca milagros, y por supuesto nunca es un sustitutivo de la medicina convencional, que trata de curar las dolencias con fármacos. Aquí estaríamos ante un sistema de apoyo. De hecho, algunos autores ven en esta explicación un fuerte componente del efecto placebo.
¿Hay algún peligro en la bioenergética?
A esto la respuesta también es: depende. Si las técnicas de bioenergéticas se asocian a ejercicios de relajación, similares a los del yoga o el Tai-Chi, no sólo no representa ningún peligro sino que puede aportar beneficios para la salud. Por un lado se somete al organismo a un ejercicio físico no brusco y por otro, al menos durante la duración del ejercicio, la mente se concentra en una actividad que rompe con la rutina, lo que disminuye el estrés. Sobre esto sí que existen estudios científicos bien documentados: tanto el ejercicio físico moderado como las técnicas de eliminación de estrés son beneficiosas para la salud.
El peligro empieza por parte de aquellos que se inventan o desvían lo que es la bioenergética representa hacia lo que no es, y además rematan explicando de forma surrealista a su forma de actuar. En este sentido no son pocas las páginas web y centros de bioenergética que explican ésta de la siguiente forma:
Las células, al formar parte de un organismo biológico, “están acostumbradas a obedecer órdenes”. Las hormonas y los impulsos nerviosos forman parte de una cadena de comandos de sustancias gruesas, biofotones y conciencia de las sustancias finas. La conciencia como comando de control para procesos biológicos se encuentra, por ejemplo, en la PNL (programación neuro lengüística), la curación espiritual, en la curación remota o en la estrategia de imaginarse la sangre como soldados que se envían al lugar en el que debe luchar contra un tumor, por ejemplo. En los últimos tiempos la medicina tradicional también se acerca a estos temas empleando el concepto general denominado psiconeuroinmunología. La biocomunicación no sólo puede informar a determinadas células, también puede comunicarse con organismos completos (telepatía). La medicina tradicional ha negado hasta ahora que la curación remota tenga un efecto en la curación de enfermedades. Ahora, en u hospital de San Francisco y dos Universidades estadounidense han publicado estudios que demuestran que la curación remota debe tomarse en serio como Alternativa Adicional al tratamiento de enfermedades. (ni que decir tiene que por más que he buscado esas referencias no he sido capaz de encontrarlas) Si nosotros, como parte del Universo, no podemos Sentir lo que el Universo realmente representa para nosotros, no va a haber ninguna investigación que nos lleve a tomar contacto con la verdad del Universo, con nuestra propia verdad
Esto no es lo que hemos explicado hasta, no se trata de usar técnicas para eliminar estrés de la vida cotidiana, sino que se reinterpreta hacia una capacidad de nuestra mente de sanar con sólo proponerlo mentalmente. Toda una explicación New Age sin la menor base científica y que por tanto se califica sin ningún género de dudas de pseudociencia.
Pero no queda ahí la cosa, ya que al listado de enfermedades sobre las que esta presunta terapia puede actuar como los trastornos psicosomáticos se añaden otros como la úlcera duodenal o las alergias. Sobre esto es necesario aclarar dos cosas, la mayoría de las alergias son debidas a alergenos, respuestas del sistema inmune frente a agentes exteriores (o interiores en el caso de enfermedades autoinmunes). Sólo una pequeña proporción de ellas se debe a las llamadas “alergias psicomáticas”, aquellas ligadas al estrés, y que no tienen un componente alergénico claro. En ambas alergias, los antihistamínicos funcionan bien, pero sólo en las psicosomáticas las terapias anti-estrés tienen algún efecto. El caso de la úlcera duodenal es diferente. Hace mucho años que se ha demostrado que las úlcera no están causadas por el estrés, como se pensaba en un primer momento, sino al efecto continuado e insidioso de una infección por parte de la bacteria Helicobacter pylori .
El descubrimiento de la relación de esa bacteria con las úlcera supuso un premio Nobel para los científicos australianos Barry J. Marshall y J. Robin Warren en el año 2005, pese a que su descubrimiento se remonta a 1982. En este caso emplear la bioenergética para combatir una úlcera es extremadamente peligroso para la salud, ya que si no se elimina la bacteria, Helicobacter sigue dañando la mucosa estomacal hasta producir un tumor de estómago. La vía segura en este caso es emplear conjuntamente los antibióticos clarotromicina y amoxicilina, a la vez que un protector gástrico como el omeprazol.
¿Entonces podemos decir que la bioenergía es un fraude?
De nuevo tenemos que emplear el término “depende”. Si empleamos la bioenergética como sistema para eliminar el estrés y hacer algo de ejercicio físico no es un fraude, y sus beneficios están bien documentados. Si se emplea como una técnica sustitutoria de la medicina convencional mediante discursos New Age no sólo es un fraude sino que también puede ser un peligro para la salud, ya que es importante conocer los motivos primeros que ocasionan la enfermedad. Sólo cuando se está seguro que no existen alteraciones orgánicas, sino que la enfermedad tiene un origen psicosomático se puede hablar de la bioenergética como algo “no nocivo”. Y digo “no nocivo”, en lugar de beneficioso, porque incluso dentro del campo de la psicoterapia esta técnica no está muy bien vista por no ofrecer garantías y no estar basada en ningún estudio científico repetible y fiable.
Tema aparte es el uso del término bioenergética por aquellos que aseguran que es posible el control de la propia salud. Una de las variantes más esotérica ha evolucionado desde el “deshagamos los nudos que constriñen nuestra salud mediante técnicas de ejercicios antiestrés” a un “tú puedes controlar tu propia salud”. Dentro de esta variante se encuentra el doctor Bruce Lipton, un genetista experto en epigenética, que no se ha conformado con las importantes aplicaciones de ésta y la ha transformado en esoterismo.
Así en su obra La biología de la creencia nos manifiesta que la mayoría de las curaciones no son por efecto de la medicina sino por debido a un efecto placebo positivo del propio paciente. Argumenta que el cerebro (mente) juega un papel fundamental en el control de todo el organismo (cuerpo) y que el comportamiento de las células se puede reprogramar desde el pensamiento. ¿Y cuál es la base científica de esto? Por supuesto el secreto se encuentra en la mecánica cuántica. Un área muy socorrida, por su difícil comprensión para los profanos en la materia, y que por tanto puede ser utilizada para todo. Incluso se ha acuñado el término medicina cuántica para hablar de este tipo de pseudoterapias. A diferencia de la epigenética todo esto deja de tener la menor base científica. Os dejo con dos videos que resumen a modo de predicamento lo que postula Lipton.
El mayor peligro de lo postulado en estos vídeos es que alguien crea que puede abandonar su terapia contra alguna enfermedad para intentar controlarla mentalmente. Ejemplos negativos de estos comportamientos lo hemos visto en la prensa, y casi siempre con resultados irreversibles para el paciente.
Es poco frecuente que un científico con reputación en su campo abandone la senda de la ciencia para introducirse en terrenos pseudocientíficos, aunque la historia de la ciencia nos muestra muchos ejemplos, como el caso de Newton con la alquimia o de Hoyle con su afirmación de que somos seres creados por un superordenador extraterrestre. Pero lo cierto es que cuando pasan esa delgada línea ya son capaces de abrazar otras causas lejanas del rigor científico. Como ejemplo final dejo unas declaraciones del propio Lipton acerca de la base molecular de la homeopatía:
No directamente, pero sí estoy familiarizado con el trabajo del Dr. Masaru Emoto de Japón y su teoría de que el agua tiene memoria y puede ser influenciada o modificada por el medio ambiente y por consiguiente puede influenciar las funciones vitales del cuerpo humano. Básicamente estamos hablando de los principios de la homeopatía. Lo que hemos comprobado por medio de la física es que cuando el agua está en una solución y dos moléculas de agua se acercan, se envían información una a la otra por medio de una corriente eléctrica la cual genera una vibración que se va pasando de molécula a molécula. Así que si le agregamos al agua un químico que tenga una cierta vibración, las moléculas de agua reciben dicha vibración y la pasan a las otras moléculas de agua hasta llegar a un punto en donde se puede prescindir del químico original ya que las moléculas de agua han absorbido toda la vibración. Esto es lo que llamamos un tratamiento homeopático, en donde el agua cargada con una cierta vibración, al ser consumida por el paciente, modifica el agua de su propio cuerpo. Es uno de los procedimientos holísticos de curación
cnho.wordpress.com/2010/01/13/bioenergetica-y-fraudes-energeticos/